Categoría: Salud Pública

Porque son necesarios los sistemas de información clínica (I).

Dando respuesta a la complejidad

Es un hecho que, actualmente, la atención Sanitaria es un trabajo de equipo, de un gran equipo. Un paciente que es ingresado por una afección aguda compleja, aun por unos pocos días, puede llegar a interactuar directa o indirectamente con más de doscientos profesionales: varios turnos de enfermería, varias especialidades médicas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, farmacéuticos, celadores, cocineros, personal de limpieza y mantenimiento, administrativos. La coordinación de este número ingente de personas alrededor del paciente requiere unos sistemas y procesos que permitan garantizar que todo profesional, en todo momento, tiene la información que requiere para la toma de las decisiones oportunas, de acuerdo con su ámbito profesional, respecto a la mejor actuación ante ese paciente concreto.

La variabilidad deseada es uno de los indicadores clave de la falta de calidad.  ¿Por qué los resultados son distintos ante situaciones similares? ¿Porque los pacientes que con la misma patología y las mismas comorbilidades, tienen una probabilidad de complicaciones o de morir o diferente dependiendo del día de la semana en qué ingresa? Atul Gawande en y The Check List Manifesto atribuye a dos grandes grupos de causas esta situación. En primer lugar, se debe la ignorancia que se produce cuando, como sociedad, no conocemos cuáles son las causas fundamentales (biológica, fisiológicas, etc.) que determinan una determinada situación y/o cómo enfrentarnos a ellas. Es la situación que se produjo cuando se detectaron los primeros casos de COVID: no se sabía cual era la mejor manera de tratarlo.

En contraposición, está la ineptitud, situación que se da cuando el conocimiento existe, pero la persona o equipo que debe aplicarlo en una circunstancia específica, no logran hacerlo. Las razones concretas pueden ser múltiples: desde la falta de formación, a la falta de equipamiento o la falta de información.  Esta segunda situación es mucho más frecuente de lo que deberíamos esperar y es la principal causa de la viabilidad en la práctica clínica. 

En un entorno de cultura de la seguridad la solución no está en la culpabilización de las personas concretas, si no en la creación de un entorno donde las personas implicadas puedan informar en todo momento, sin miedo a represalias, de lo que ha sucedido -o ha estado a punto de suceder- para buscar soluciones sistémicas. Este enfoque es el que ha permitido que la industria del transporte aéreo sea de las más seguras. 

Este reto no es fácil. Archivald Cochrane , en su libro Effectiviness and Efficiency, de 1972, ya demostró como se tardaban 17 años de media entre que se demuestra la efectividad de un tratamiento gracias a un ensayo clínico controlado hasta que se convierte en la práctica asistencial estándar (La administración de corticoesteroides para la prevención del distress respiratorio de los recien nacidos pre termino). Por desgracia esta situación sigue sucediendo, si bien es cierto que con la epidemia de COVID hemos podido comprobar cómo es posible que este período se reduzca a unos meses, como en el caso de la vacunación, aun con polémicas importantes.

Los sistemas de información Sanitaria son una parte fundamental de la respuesta respuesta a estos retos.

Qué es un sistema de información clínica 

Hay decenas de sistemas que son utilizados en las organizaciones sanitarias. Así mismo algunos sistemas utilizados fuera de ellas contienen información relevante en relación con la salud. 

Un sistema de información clínica es un sistema que utiliza ordenadores y está diseñado para recopilar, almacenar, manipular y poner a disposición información clínica importante en el proceso de atención. Se trata de un repositorio de datos como la historia de la enfermedad del paciente, datos biológicos (constantes, resultados de laboratorio, imágenes.) y las interacciones que ha tenido con los distintos proveedores de servicios sanitarios.

El sistema es capaz de ayudar a los clínicos y cuidadores a decidir cuál es la condición del paciente, cuáles son las opciones de tratamiento, prevención y actividades de promoción de la salud, así como di el estado en que se encuentren las distintas decisiones y acciones que sean que se están llevando a cabo en el proceso asistencia. 

Se trata, de un sistema con una naturaleza dual, como bien señala John Glaser. Por un lado, gestiona información (clínica y administrativa vinculada a la atención), por el otro, ayudar a gestionar flujos de trabajo generados por esa atención (medicación, pruebas diagnósticas, curas y cuidados).

Sin embargo, la interoperabilidad entre sistemas, los datos aportados por pacientes a través de app y wearables y la incorporación de sistemas de Inteligencia artificial, hacen que cada vez sea más difusa la separación entre niveles asistenciales y entre sistemas clínicos, construidos alrededor de la enfermedad, y aquellos orientados a la promoción de la salud. Esta evolución hace que la contribución de los sistemas de información clínico a la salud , considerada como el bienestar físico, mental y social, no solo la ausencia de enfermedad, tenga (declaración de Almata), si cabe, mayor vigencia. 

Existen dos campos muy relacionados pero que a efectos de desarrollo profesional y gestión son distintos.  Por un lado tenemos los Sistemas de Información Sanitaria y por otro la informática biomédica o Informática Sanitaria. Cómo podemos ver ambos contienen “informática” y “salud” en su definición. 

Informática biomédica o informática clínica es la rama de la ciencia de la informática que aplicas conocimientos a la medicina. Podemos decir que el foco está en la informática, en la ingeniería informática, que es capaz de proveer equipos dotados de software que ayudan a la atención sanitaria.  Es un campo de multidisciplinarios que ha puesto a disposición de los clínicos equipos de alta complejidad como la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética (RMN), los secuenciadores de ADN y todos aquellos aparatos de medición de constantes vitales digitalizados. Su evolución actual se centra en la miniaturización para la creación de wearables o equipos “a pie de cama” (point of care) y en la aplicación de herramientas de inteligencia artificial que ayuden a la obtención e interpretación de los resultados. 

El segundo campo, y objeto de este documento, son los sistemas de información sanitaria.  El foco está en la aplicación de los sistemas de información y tecnologías de las comunicaciones en la prestación y organización de la atención sanitaria, la prevención y la promoción de la salud, como apoyo a las organizaciones proveedores de servicios, los clínicos, los pacientes y las poblaciones. Su foco está en la mejora de la calidad asistencial, la prevención de errores y la gestión eficiente de los recursos.  En general los sistemas de información sanitarios más utilizados son las llamadas historias clínicas electrónicas (Electronic Medical Record EMR o Electronic Health Record EHR).   Se utilizan también como sinónimo sistemas de información hospitalarios o HIS (Hospital Information System) – aunque actualmente esta denominación ya se considera desfasada – o más recientemente, las historias clínicas personales (Personal Health Record PHR) que incluyen información no solo de los episodios en que sea requerido atención asistencial en una dispositivo sanitario, como un hospital o un centro de atención primaria, sino también datos referentes a la salud de la persona, como los estilos de vida.

Sistemas de ayuda a la toma de decisiones clínicas (CDSS)

En 1874 Chomel y Hooker mencionaron el primun non noscere atribuyéndole a Hipócrates. Un siglo más tarde, en 1999, la Academia de Medicina de los Estados Unidos publicó un documento clave en la historia de la calidad asistencial llamado el errar es humano (To Err is Human). Este documento cuantificó la gravedad y el coste enorme que suponía para el sistema sanitario los errores clínicos. Desde entonces los fabricantes de sistemas de información para la salud han intentado focalizar sus esfuerzos en minimizarlos, aportando la información pertinente, en el momento necesario, en el formato adecuado. Así,  cuando las recomendaciones del sistema de información se proporcionan automáticamente como parte del flujo natural de trabajo, la probabilidad que sean seguidas por parte de los clínicos es mucho mayor (Odds Ratio de 112) que si simplemente está a disposición en el sistema (OR 6.3).

Hemos visto como con la evolución de los sistemas de información clínica, se han ido incorporando sistemas de ayuda a la toma de decisiones clínicas más avanzados. Un primer grupo, serían las alertas, que nos advierten en relación con una prescripción que realizamos:

  • por duplicados de órdenes y prescripciones
  • por alergias a medicación y tratamientos
  • por interacciones entre medicamentos
  • por dosis inadecuadas en relación con edad y/o sexo
  • por dosis inadecuadas en relación con signos vitales o resultados de laboratorio 

Otro grupo sería aquel en que se reciben alertas en relación con resultados de diagnósticos complementarios y el registro de constantes vitales

  • por rangos no normales de signos vitales 
  • por rangos no normales en resultados de laboratorio
  • por combinaciones de signos vitales y/o resultados de laboratorio, como por ejemplo el indicador NEWS o la detección del riesgo de sepsis.

Existen además herramientas orientadas a proponer actuaciones, orientadas a disminuir la variabilidad en la práctica clínca:

  • Recordatorios automatizados de actividades cíclicas a realizar, como medida de constantes, realización de curas o valoración de determinada condición del paciente.
  • Care Sets o conjuntos de indicaciones para determinadas situaciones clínicas concretas, basados en la evidencia disponible. 
  • Protocolos, más extensos que los Care Sets, que incluyan intervenciones a lo largo de todo el proceso asistencial.  Por ejemplo, desde el diagnóstico a la rehabilitación, pasando por el preoperatorio, la intervención y el postoperatorio en un proceso de reemplazo de prótesis.
  • Arboles de decisión, o Clinical Pathways, que vayan guiando al clínico, y que incluyan tanto procedimientos diagnósticos como tratamientos, basados en algoritmos previamente diseñados.
  • Asistentes que, en función de los parámetros registrados en la historia, incluyendo el texto libre (y gracias a herramientas de PLN), sugieran diagnósticos diferenciales.

Como podemos ver, para implementar estas herramientas, no solo se requiere de un sistema informático capaz de procesarlas, si no de contenido clínico: los niveles considerados normales, una biblioteca de interacciones y alergias, el contenido de care sets, protocolos, clinical pathways y algoritmos. Si bien este contenido puede ser proporcionado por los propios centros, existen proveedores comerciales del mismo, que incorporan el beneficio de las actualizaciones. Suelen ser empresas vinculadas a las revistas médicas, como BMJ, Elsevier o Wolters Kluwer

Como podemos ver la implantación de estos sistemas tienen implicaciones organizativas y culturales muy importantes. La organización que los implementa ( y el CCIO en particular) deben plantearse cuestiones como ¿Quién provee y mantiene el contenido clínico? ¿Cómo se logra consenso clínico para garantizar la continuidad asistencial entre especialidades y niveles? ¿Qué grado de libertad se da a los profesionales para no seguir las recomendaciones? ¿Pueden delegarse actuaciones en otros niveles profesionales, apoyados por el sistema? ¿Quién monitoriza las alertas para garantizar su uso óptimo? ¿Quién asume las actividades de CRM? ¿Quién y cómo se gobierna, en fin, el sistema de información clínico? ¿Cómo se implementa -y mantiene- el cambio cultural (gestión del cambio)?

Hemos visto como en los sistemas de información sanitarios están en estos momentos empezando a ayudar en la toma de decisiones clínicas. En algunos casos están condicionando que decisiones clínicas se están tomando.  ¿Deben ser, entonces, consideradas como equipos médicos (Medical Devices) y, por tanto, someterse a su marco regulatorio? En la Unión Europea los equipos están sometidos al marcado CE de acuerdo a una legislación específica: la Medical Devices and Invitro Diagnostic Regulation (abreviado como MDR). En Estados Unidos, quien se encarga de esta regulación es la FDA (Food and Drugs Administration), la misma que regula los medicamentos.  

En este contexto se habla del intended purpose o uso previsto. Si la historia clínica se implementa con el propósito del registro, custodia y puesta a disposición de la información, se considera como un equipo médico de tipo I. Si, el uso previsto incluye el tratamiento de información que pueda condicionar el tratamiento de un paciente (el trazado de un ECG que lleva al diagnóstico de un infarto), se considerará de tipo II, lo que requiere seguir un proceso mucho más exhaustivo e implica una responsabilidad mucho mayor del fabricante.

Covid, des de dentro (2)

Confinamiento, semana 2, 27-3-20

“Medicine is a social science and politics is nothing else but medicine on a large scale. Medicine as a social science, as the science of human beings, has the obligation to point out problems and to attempt their theoretical solution; the politician, the practical anthropologist, must find the means for their actual solution”. Dr. Rudolf Karl Ludwig Virchow

Una parte está cumpliendo más que la otra.

La situación en los hospitales y la primaria aquí en Barcelona está complicada, aun no colapsada..pero por poco. Los hospitales están al 90% de ocupación, con el 90% de los enfermos COVID. El problema, a parte de los muy graves, es que están con una estancia media de 3 semanas, con lo que el hospital se llena enseguida. Hay cuadros muy complejos que no se sabe bien como manejar, y tampoco se conoce lo bastante la evolución de la enfermedad como para dar altas rápidas.

Además, esta semana se está viendo el pico de médicos y enfermeros de baja que se contagiaron hace 2 o tres semanas, cuando no se era consciente de lo contagioso que era esto y no se protegían lo suficiente, y no había (ni hay todavía) tests suficientes, probablemente, contribuyeron a la expansión sin saberlo. Ahora están intentando que los que están en casa aislados puedan hacer telemedicina, pero está costando porque la infraestructura tecnológica no está del todo preparada. Aunque cada día se avanza algo…parece mentira la velocidad de cambio, si se tiene en cuenta que esto empezó hace menos de 2 meses. Para que luego digan que los clínicos ofrecen resistencia al cambio 😉

Parece que el cuadro benigno dura el doble que la gripe, 15 días en lugar de una semana, y todo lo hace más complicado. Además, los pacientes que se complican, lo hacen de una manera muy rápida y inesperada (por ahora no se tiene claro quienes se complicarán..aunque hay teorías circulando por las redes)

Un buen palo es la gente mayor con buena calidad de vida a pesar de una o dos enfermedades crónicas controladas (hipertensión, diabetes) que en 15 días se mueren, y en muchos casos solos y aislados. Hasta ahora, con la vacuna de la gripe y el control, este grupo estaba bastante seguro… son muertes imprevistas, sin velatorio, un drama redoblado.

Y gente joven, sana, gravemente afectada y muriendo también, de una infección respiratoria ¿no habíamos superado eso?

Covid, des de dentro (1)

Semana del 16/3/20

Cuando los datos demuestran que no vamos bien, lo que se requiere es analizar el camino que otros sugieren, no pedir que se anule el espíritu crítico.

El vestido le iba tan ajustado que se han roto todas las costuras

Las residencias y las UCIs, los dos extremos. Ahí es donde están habiendo más muertes.

No es tanto un problema de Hospital vs Atención Primaria.

El problema es que tanto la atención primaria como la atención hospitalaria no tienen las dimensiones adecuadas para afrontar situaciones de emergencia como la actual (y futuras). el gasto sanitario per cápita, tanto en % del PIB como en valores absolutos, está por debajo de la media de la UE y contrayendose en la última década. ¿Eficiente? sí lo ha sido. ¿Eficaz y efectivo? No ha podido.

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Falta primaria, (la punta del iceberg ha sido como no se está pudiendo atender la población anciana más vulnerable que vive en la comunidad, en residencias) pero también faltan UCIS (que estan colapsadas) y se ha dejado de atender la atención habitual (crónicos, no urgente) tanto a nivel de primaria como hospitales.

¿que hay que tener una estrategia eficiente, primando la primaria? así sea, pero a partir de tener recursos suficientes para todos. No vamos a hacer bueno el divide y vencerás.

Covid, des de dentro (3)

PS: Ahora (25 de mayo) que la presión parece que baja, que la ola ya nos ha pasado por encima, que quedan miles de cadáveres en la orilla, que los bares vuelven a abrir, que se puede pasear, que se puede ir a la playa, quiero recrear conversaciones mantenidas con personas que estubieron en primera linea: hay que recordarlo!

(son conversaciones basadas en hechos muy reales, pero modificadas para no identificar directamente a quienes intervinieron en ellas)

Fin de semana 29/3/2020

Hospital Universitario, Enfermera de consultas externas

El hospital está irreconocible

Extraccciones está desierta (hemos pasado de pinchar a 1.000 personas en una mañana, a pinchar 150). Solo pinchamos trasplantes, oncológicos, preoperatorios urgentes y otras analíticas imprescindibles.

Prácticamente todo el edificio principal es Covid-19. También se ha trasladado enfermos a Traumatologia (se están habilitando las reas, los quirófanos ambulatorios, la URPA, electromedicina, el Hotel X, el Hotel Y, el Hospital F, los hospitales (privados) Q y D, y este fin de semana se ha habiltado el polideportivo municipal que está cerca del hospital.

El jueves ya habia 70 covid-19 en la UCI y 425 entre planta, críticos y urgencias… quieren llegar a instalar 200 camas de UCI.

Hospital de Referencia, especialista

… hoy salgo de guardia, en el hospital monotemático COVID19, con una saturación de UCI, y un amigo de nuestra edad, 52 en la UCI, que sigue el tema, que está delicado.

Hospital de referencia, Enfermera de hospitalización

La situación es horrible. Es medicina de guerra. Ya no hay categorías intermedias (antes se diferenciaba covid + y posible covid), ahora se asume que todos están contagiados y ya no se hacen más tests, con lo cual me imagino que el dimensionamiento del problema es menos ajustado ahora los pacientes están absolutamente solos, nosotros entramos como astronautas y ni siquiera interaccionan con humanos.

No tenemos protecciones adecuadas y casi peor, no tenemos protocolos para vertirnos y desvestirnos. Vamos un poco a pecho descubierto

Nunca he practicado tantas «eutanasias»…hay pocos «candidatos a uci», entonces, cuando se ponen malitos, hay que dormirles…Les iniciamos la perfusión de morfina, y nunca sabemos cómo mueren (si plácidamente dormidos, o ahogados en su propio vómito). Es raro que se llame a un familiar para la despedida.


Los ratios enfermera paciente se han duplicado. En mi hospital antes eran 6-8 ptes máximo por enfermera, yo llevo todos los días 12, con una auxiliar…

No hacen tests al personal clínico por si damos positivos. Si damos positivo nos tienen que poner en cuarentena y no pueden permitírselo en mi planta tengo a varios clínicos (intensivista y auxiliar).


Durante los turnos, casi no tengo tiempo ni para beber agua y salgo totalmente deshidratada. Me duele la nariz por la mascarilla y tengo las marcas de las gafas en la frente.

Y a pesar de todo esto, lo peor, es no saber cuándo voy a volver a ver a mis hijas….el contrato es de 2 meses, y yo no quiero exponerlas a ellas (una tiene una patología congénica). Ayer falleció un compañero de su clase (12 años). No era covid que sepamos, pero fue un efecto colateral de esta situación de caos. Le diagnosticaron una gastroenteritis, y amaneció muerto, parece que por una peritonitis.

2/4/2020


Estamos a punto de triplicar el número de pacientes por enfermera. Es muy duro, los clínicos estamos todos infectados, pero no nos hacen las pruebas para no ponernos en cuarentena.

Los últimos dos días estamos notando una bajada en la intensidad del número de personas que acuden infectadas a urgencias.

Nosotras estamos todas con síntomas y hemos asumido que si no nos hemos contagiado ya, nos contagiaremos. Los hospitales no quieren hacernos test porque tendrían que ponernos en cuarentena y se quedarían sin gente.

Nosotras tampoco queremos parar de trabajar, porque de verdad en este momento hacemos falta.

No hay riesgo de que contagiemos a pacientes porque todos los que llevamos son positivos, pero casi todas nos hemos separado de nuestras familias para no contagiarlas.

Epidemiología, antropología, política, economía y sistema sanitario.

Epidemiología

Las armas ligeras matan a mucha más gente, el azúcar mata a mucha más gente, la inequidad mata a mucha más gente. Pero la humanidad se ha forjado a base de epidemias

Antropología

Un niño pequeño en un país urbanizado le tiene miedo al lobo, a las serpientes o a las arañas aunque no haya visto una en su vida, y la probabilidad que le mate actualmente, es entre 0 y nula.  En cambio, no le tiene miedo a los coches, (y en USA a las pistolas) y la probabilidad que le maten son infinitamente mayores.

Un virus, una epidemia, despierta esta parte profunda grabada en el cerebro. El miedo, la irracionalidad por excelencia.

 ¿Qué hay una causa objetiva de base? Cierto. Que es grave, sí, por el % de gente que termina en la UCI. Como el sarampión, del que si hay vacuna.

Que hay miedo entre los profesionales, sí. No tanto por la gente que mata, si no por el miedo a tener que priorizar.  No da miedo que alguien muera, si no que pudiendo ser salvado, no se haga por falta de medios (respiradores y ucis).

Política

Si miras los países afectados, y la lista del eje del mal… se parecen:  China, Irán, Arabia Saudí, Unión Europea (excepto, of course, the UK). Solo falta Corea del Norte (mi duda es si tienen claro eso de las dos Coreas, o en todo caso Corea del Sur tiene a Samsung)

La explosión de noticias… ¿no recuerda a lo de las armas de destrucción masiva?. ¿de repente empezamos a saber lo que pasa en China, con internet censurado? ¿empezamos a comparar con Chernóbil y la caída de la URSS?

(El parrafo anterior fue escrito el 16 de marzo. Hoy es 3 de Mayo: la pandemia ha llegado a Estados Unidos y está causando miles de muertos. Errare humanum est)

Economía

Hace meses que se anunciaba el fin del ciclo expansivo. Tocaba crisis por el ciclo económico, y como todas las crisis, esta ha venido por donde no la esperábamos

 ¿Ha reventado la burbuja del turismo (Airbnb, Ryanair)? o ¿la de la fabricación en China?, o ¿las dos a la vez?. ¿Eran burbujas que nadie veía porque ya nos iba bien?… como todas.

Y, una caída de bolsas no va mal para los fondos de inversión, para poder hacer un gran negocio con el rebote.

Sistema sanitario

Hemos pasado años convenciendonos que el futuro era la cronicidad y reduciendo capacidad aguda y ahora resulta que también la necesitamos. Mea culpa.

Y se acerca la primavera

Recuerdo que una tia abuela me preguntaba cada verano, cuando nos volvíamos a ver ¿cómo ha ido el invierno? Pues eso, a pesar del cambio climático, está ahí. Memento mori.

Ernest Sarrias

¿Qué podemos decir cuando hablamos de la sostenibilidad del sistema sanitario?

Cuando se accede a un blog uno no espera encontrar un hilo argumental necesariamente. Son escritos al rededor de un tema , una idea o una visión, per cada entrada suele ser autocontenida.

Este blog tiene un libro en su origen en el proyecto de un libro (Retos  del sistema sanitario), así que muchas de sus entradas pueden seguirse de acuerdo a un programa pre establecido. Otras, como blog, son ramas que surgiran de este tronco principal, ampliandolo, matizándolo, contradiciendolo incluso.

Este es el índice que recoge los contenidos publicados en blog hasta ahora, según se pensaron. La virtud de un blog, del hipertexto, es que el lector puede elegir o no, seguir este orden sugerido.

Indice
Introducción

¿Problema o reto?

El punto de partida: todo es relativo.

 A proposito de un caso: Informe HIT para España

¿De qué depende la salud?

La salud, depende del ambiente: John Snow

La salud, depende de lo que hacemos: El informe Lalonde

La salud, depende de lo que somos: El proyecto genoma

La salud, depende del sistema sanitario:

Las MIPSE (Muertes innecesariamente prematura Sanitariamente evitables)

Primum non Noscere

¿Cuál es el reto? Las Dimensiones de la Sostenibilidad

Medioambiental

Social. ¿La salud es una prioridad en todas partes?

Modelos organizativos 1 y 2

Los profesionales

La medicalización

La sanidad no es una isla: en favor de la democracia (real)

Económica

Economía y salud

Algunas reglas del juego: bienes, servicios y externalidades

Más reglas: Los mercados

La Enfermedad de Baumol: ¿el gasto social tiene sus propias reglas?.

¿lo hacemos bien? Eficacia, efectividad y eficiencia

(Epílogo) Continuará…

(epílogo) Continuará…

La mejora de la salud en la sociedad actual no se ha debido a los servicios sanitarios sino a la mejora de las condiciones de vida respecto a otras épocas: alimentación, higiene, medio ambiente, condiciones laborales, educación… Esto ha hecho disminuir la necesidad de servicios curativos agudos. El sistema sanitario, de hecho, pretendía minimizar el impacto de las enfermedades agudas producidas. Estos factores ya hace mucho que no dependen del sector sanitario, si es que nunca han dependido de el.

Los problemas sanitarios actuales, al menos en la parte desarrollada del mundo (inclusive a las partes desarrolladas de los países en desarrollo), se deben a estilos de vida, es decir: cómo comemos, cómo trabajamos, cómo nos desplazamos a que dedicamos el tiempo de ocio. En resumen, dependen de lo que hacen las personas, más de lo que hace el sistema sanitario.

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Si bien es cierto que hay muchos problemas de salud que aún están y estarán durante bastante tiempo, en manos de los profesionales sanitarios, especialmente los médicos y enfermeras, también es cierto que para tratarlos se consumen muchos recursos haciendo actividades que los propios ciudadanos, si se les dejara escoger responsablemente y libremente, asumirían ellos mismos.

El sector sanitario se resiste a asumirlo, lo que conlleva que la sociedad dedique cada vez más recursos humanos, materiales y ambientales, sin lograr el incremento de ganancias en salud que conseguía en el pasado. No es un fenómeno nuevo, pero en este momento, es lo que pone en peligro su sostenibilidad.

La solución no pasa por recortar la inversión en salud. Pasa por cambiar como, como sociedad, no sólo como sector sanitario, dedicamos los recursos a este gran reto que tenemos delante: vivir más y mejor con la mejor salud posible. ¡Porque es posible y es un deber para con las generaciones futuras!

Y la sanidad ¿Cómo se paga? 2/2

Este post es continuación del titulado Y la Sanidad ¿Cómo se paga?. En esa entrada tratamos de los 3 primeros modelos, en este, de los tres últimos

  1. La salud es un asunto sólo privado
  2. El Estado financia, pero los individuos deciden: «cheque sanitario»
  3. Subvención a la demanda: «el Modelo Muface»
  4. La colaboración público privada: el «modelo Alzira»
  5. La concertación y la gestión privada de empresas públicas
  6. La gestión directa por parte de la Administración: «el modelo funcionarial»

 

4. La colaboración-público privada: «el Modelo Alzira»

La Administración también puede concertar un hospital entero, no sólo una cartera de servicios limitada. Esto es lo que ha hecho la Comunidad de Madrid con alguno de sus centros.

Una variante de esta opción más sofisticada es el llamado Modelo Alzira, haciendo mención del hospital de la comarca de la Ribera en Valencia. En este caso el gobierno valenciano – del PP – sacó a concurso la provisión de servicios para toda la población de una comarca, para que pujaran proveedores privados. En este caso, es la administración quien decide qué y donde debe haber la oferta de servicios.

La novedad radica en que, en lugar de comprar servicios a «tanto la pieza» (pago por actividad), los compra siguiendo una fórmula capitativa. Esta consiste en pagar una cantidad fija por persona y año, independientemente del uso que haga de los servicios sanitarios.

Así, si los ciudadanos hacen poco uso de los servicios asistenciales, el proveedor gana. Si hacen mucho uso, pierde. Lógicamente, para que tenga sentido, la cantidad que paga el gobierno es menor que la media de lo que le cuestan los servicios que ofrece por medios propios (hospitales y centros de salud operados por la propia Consejería de Salud). Es un matiz importante, porque de hecho, no se compra propiamente la provisión de servicios.

¿Cómo consigue pues los beneficios el proveedor privado? En teoría, de dos maneras. La primera con una gestión más eficiente de los recursos gracias a una mayor flexibilidad de la legislación laboral y mercantil en contraste con la funcionarial y administrativa. En segundo lugar, gracias a la gestión clínica y la mejora de la calidad. La gestión clínica, con medidas  como  una mejor coordinación entre atención primaria y hospitalaria, o elegir las intervenciones más eficientes, espoleada por un interés económico. De esta manera se evitan duplicidades de pruebas y se agiliza la atención. Si, además, los servicios se ofrecen sin errores –son de calidad- se evitan complicaciones (infecciones nosocomiales, reingresos) que tratar consumiendo recursos.

Es, sobre el papel, un círculo virtuoso. Para evitar que el proveedor tenga la tentación de generar el beneficio ofreciendo asistencia falta de calidad o se deje de atender adecuadamente a los ciudadanos, el gobierno establece controles de los servicios, a través de inspectores y auditorías. Gracias a ello, el ciudadano gana en atención, y el gobierno (el mismo ciudadano como pagador de impuestos) se ahorra dinero, a la vez que alguien hace negocio.

En este modelo, se añade que quien ganó el concurso no sólo se tiene que hacer responsable de la atención sanitaria, sino que también tiene que construir un hospital nuevo, que al final de la concesión pasará a propiedad del gobierno. De esta manera se modernizan las instalaciones sanitarias sin tener que incrementar el endeudamiento público, dado que este es asumido por el operador privado.

Para poder ofertar este conjunto de servicios, asistenciales, construcción y financieros hizo que los que se presentaran al concurso fueran uniones entre aseguradoras, constructoras y cajas de ahorros. Con la crisis, todas las empresas implicadas, en todas las concesiones que se hicieron, 5 en Valencia y 7 en Madrid, están o bien planteando su viabilidad, o bien en venta o han pasado por un concurso de acreedores. El intento de extender esto al resto de hospitales de Madrid ha fracasado  por la presión judicial, los profesionales («la marea blanca «) y popular. Es más, Alzira ha sido la primera concesión en ser revertida como resultado del cambio político en la Generalitat Valenciana.

5. La concertación y la gestión privada de empresas públicas

En Cataluña, en el momento de los traspasos de las competencias en sanidad a principios de los 1980, se planteó el dilema de si extender la red de centros públicos (los que heredaban del INSALUD) o bien incorporar de una manera estructural aquellos que ya estaban ofreciendo servicios vía concierto.

Históricamente existían muchos hospitales en capitales de comarca que se habían ido construyendo desde mediados del siglo XIX (algunos con raíces en la Edad Media) fruto de la iniciativa de la Iglesia, las Mutuas obreras y patronales -hay que recordar que la revolución industrial catalana se dio un siglo antes que en el resto de la Península-, ayuntamientos y entidades benéficas privadas diversas. El SOE sólo tenía hospitales en las capitales de provincia y grandes ciudades, por lo que compraba servicios a todos estos hospitales para dar servicio a sus asegurados de «provincias».

En el momento de los traspasos, la infraestructura física de muchos de estos antiguos hospitales comarcales era mejorable, al tiempo que la capacidad financiera de la Generalitat, escasa. A estos factores había que añadir un elemento político relevante, como era el hecho de que la Generalitat estaba en manos de un partido (CiU) y los ayuntamientos donde había hospitales, en manos del partido mayoritario de la oposición (PSC).

Se estableció un mecanismo de statu quo consistente en la definición de un Mapa Sanitario, vinculado a un plan de inversiones. Sólo los hospitales que aparecieran en este mapa formarían parte de la Red Hospitalaria de Utilización Pública y, por tanto, podrían tener concierto. Se garantizaba la compra de un volumen de actividad que asegurase su viabilidad, gracias al establecimiento de un monopolio territorial de facto. Esto suponía que los ciudadanos con cobertura sanitaria púbica podían acudir a estos centros como si fueran de la propia sanidad pública.

La definición del Mapa Sanitario la hace la propia Administración. Es ella quien decide qué servicios y donde se han de ofrecer. Los criterios pueden ser técnicos y, lógicamente, políticos: qué distancia hay entre centros sanitarios, la población a atender, la prevalencia de una enfermedad, la reactivación económica de una zona en declive industrial o el color político del alcalde de la ciudad.

Para poder ser miembros de esta red, los hospitales debían ser gestionados por entidades sin ánimo de lucro (Iglesia, Cruz Roja, Mutuas o Administraciones) pero con gestión privada (con contratos laborales, no funcionariales, y legislación mercantil).

Cuando la Generalitat pasaba a hacer una inversión relevante reemplazar el antiguo hospital por uno nuevo y moderno, se creaba un Consorcio entre los antiguos propietarios y la propia Generalitat como mayoritaria o una empresa pública, evitando así que se convirtiera en una institución con gestión pública , pero manteniendo o incrementando, la responsabilidad de la Administración.  En resumen, un modelo de propiedad pública con gestión con herramientas privadas.

 

XHUP

6. La gestión directa por parte de la Administración: «el modelo funcionarial»

Finalmente, puede ser la propia Administración, el sector público, que ofrezca servicios a través de los centros de salud y hospitales públicos gestionados según el derecho administrativo y con empleados que son funcionarios (llamados Estatutarios).. En nuestro país lo fue el antiguo INSALUD y sus herederos: como el ICS en Cataluña, el Servicio Castellano Manchego de Salud, Osakidetza en el País Vasco  o el Servicio Andaluz de la Salud.

No nos extenderemos en el análisis de la gestión pública.  Si por un lado ha sido ha sido acusada de rigidez, burocrática –en el sentido kafkiano del término-, por otro lado ha sido un mecanismo muy eficiente y eficaz de extender los servicios sociales. Así, con un coste relativamente bajo –por ejemplo cuando lo comparamos con el modelo privado de los USA- es capaz de ofrecer unos servicios de calidad muy accesibles –como hemos visto en el primer capítulo-. Como contrapartida, debe estar sometida a unos procedimientos  y a una homogeneidad que encajan cada vez con mayor dificultad en una sociedad que se transforma de manera acelerada y que ha hecho de la diversidad una característica intrínseca. Por ahora es el sistema dominante, y nada indica que, a pesar de los augurios, vaya a dejar de serlo.

La conclusión que se podría sacar de esta variedad es que no hay ninguna fórmula ideal. Ni que ninguna es especialmente mala. Todas tienen sus pros y contras.

Por ejemplo, desde el debate ideológico cabe preguntarse si es mejor el mercado que la Administración a la hora de determinar qué servicios hay y dónde. Hemos visto que el mercado no llega a asignar bien los recursos, como ocurre Colombia, pero la Administración, forzando la presencia de servicios a lugares donde por criterios sólo políticos, ¿actúa correctamente?

Por ejemplo, un pequeño hospital en una población aislada podrá aportar aparentemente un buen servicio, basado en la proximidad. Pero con el tiempo, los profesionales que trabajan perderán habilidades por falta de práctica, dando, involuntariamente, un servicio peor a medio plazo. Esto si los profesionales permanecen lo suficiente y no hay una alta rotación que suele atraer a los profesionales de los últimos escalafones. A parte de lo poco eficiente –y desmotivador – que será tener un hospital y sus profesionales poco ocupados.

Situaciones como la descrita hacen que diferentes modelos convivan en todos los países, con más o menos preponderancia de una u otro, de acuerdo a circunstancias locales. Y lo que es más interesante, es que hay un movimiento pendular entre unas y otras. Mientras en Estados Unidos se está en un movimiento hacia la mayor presencia del estado (la reforma Obama) en Europa parece que se tiende a dar más peso al sector privado.